Quiero pintar “La Sombra”, pero es difícil enfrentarme cara a cara con ese aspecto tan oscuro y tan oculto de mí ser. Todos tenemos una, algo que ni siquiera podemos integrar a nosotros por el miedo que nos produce, que acecha siempre en los rincones más secretos de nuestro interior.
A veces se disfraza y nos confunde haciéndonos creer que eso malo está en el exterior. Allí es cuando ella gana la batalla y nos sigue atormentando haciéndonos creer que está afuera de nosotros y que no podemos hacer nada para que nos deje en paz.
Pero eso tan abrumador que vemos afuera en realidad es una proyección, algo que como no nos animamos a ver en nosotros, lo vemos en el otro.
Entonces nos volvemos rencorosos, echamos culpas afuera, nos peleamos con el Universo, nos preguntamos por qué tenemos que pasar por esto, pero es tanto el enceguecimiento que ella nos produce que solo nos quedamos mirando para afuera, creyendo que escapándonos, escondiéndonos todo se va a resolver. Pero una y otra vez nos vuelve a aparecer. Aunque cambiemos de casa, de trabajo, de amigos y hasta de país, siempre la llevamos con nosotros, porque es parte de nosotros.
Cuando aprendamos
a mirar hacia dentro y a ver nuestra sombra, deberemos hacer el trabajo de
integrarla, de aceptarla, de canalizarla de una forma sana. Y de esa forma no
sentiremos más que alguien nos acecha. Habremos hecho un proceso de alquimia en
donde ella se integró a nuestra luz.
Por eso si hay
alguien a quien odias, a quien le guardas resentimiento, a quien le tienes
miedo, quien te agrede, quien te envidia, quien te cela, etc. Pregúntate que
sombra estas proyectando y aléjate de esa persona, pero enfréntate en tu propia
soledad a esa oscuridad para dejar de proyectarla.Es un sendero terriblemente doloroso y de gran conciencia porque dejamos de echar culpas afuera para hacernos responsables de lo que nosotros desde el inconsciente generamos.
Como dice Carl Jung “Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú lo llamaras destino”.
Eso fue lo que
hicieron los inquisidores, proyectaron su sombra en otros y por eso mataron y
torturaron a personas que pensaban diferente a ellos. Fue su propia sombra la
que los encegueció y terminaron aniquilando personas inocentes que solo tenían
una forma diferente de vivir la vida, una antigua religión a la que respetar.
Hola Mariela! llegue a este blog por casualidad... Soy un apasionado de Carl Jung.. Tus obras me parecen fascinantes. Pero honestamente, quise comentarte este cuadro, porque me identifica con un proceso emocional que estoy haciendo. Es cierto lo que decís, ver la sombra da miedo. Saludos
ResponderEliminarHola Sebas! Esto fue una sincronicidad, investiga sobre este concepto que creo que te puede ayudar a profundizar en tu búsqueda hacia la sombra.Todo sucede por algo y està en conexión al mismo tiempo. Gracias por compartir tu proceso emocional!Abrazo.
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