domingo, 2 de octubre de 2016
La Guardiana del Secreto
La niña de cabellos blancos se dirigió hacia el camino, en donde la estaba esperando un anciano con ojos tan luminosos como el sol. Él se le acercó y con infinita dulzura le susurró:
-Tu secreto estará a salvo si me lo entregas. No estarás más perdida ni escondiéndote detrás de tus hermosos cabellos. ¡Confía en mí! Yo he entrado en tus sueños y he descubierto lo que tanto cuidas como un tesoro sagrado. Pero, mientras lo escondas, no estarás a salvo de los Seres con Máscaras Blancas de quienes escapas. ¡No temas! Yo te protegeré!. El Sol te alumbrará como a mí. Pero se te pide un sacrificio, debes dejar en libertad eso tan preciado, debes confiar en tu don. Debes sacrificar tu seguridad.
Has vivido en una prisión por guardar algo que no debía ser ocultado. Corriste muchos peligros y todos los has sorteado. Pero en la Puerta 29 que tendrás que cruzar en el más frío de los inviernos, deberás usar lo que has guardado, porque sino podrías congelarte. Te convertirías en estatua y tu corazón se rompería en mil pedazos.
Blanca, que así se llamaba la niña, no pudo evitar sentir como un torbellino de lágrimas inundaban todo su ser. Ella sabía que ya no tenía más tiempo y no quería que esos quienes la habían perseguido hasta en sus sueños, la alcancen otra vez. Fue así que se dispuso a entregarle su secreto al Anciano.
Sólo el futuro podrá decirnos si ella logró atravesar esa Puerta o su corazón se congeló para siempre...
(Cuadro 50cm x 50cm)
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